En El Salvador el lugar perfecto para practicarlo está en Santo Domingo de Guzmán, en Sonsonate.
Cuando llegues al pueblo, prepárate para iniciar una amena caminata de 20 minutos por un sendero lleno de tranquilidad y vegetación, que te llevará a la cascada El Estuco, una caída de agua de unos 20 metros.
Si te detienes por unos minutos, disfrutarás del paisaje y de las gotas de agua que salpican tu rostro mientras respiras el aire fresco y natural.
COMIENZA LA ACCIÓN
No olvides llevar guantes de tela o de piel procesada para evitar que el cable te queme las manos o te haga ampollas. Los guantes de cuero que se usan en la construcción no se recomiendan porque cuando caigas al agua te resultarán muy pesados.
En esta cascada el inicio del descenso es un poco difícil, por ello una de las recomendaciones es bajar con calma y sin perder la concentración. Una vez pases ese tramo, lo demás es sencillo.
Si crees que los nervios te traicionarán al ver hacia abajo, no lo hagas, respira profundo, concéntrate y hazlo paso a paso.
Pero si eres de los que disfrutan al máximo el deporte de aventura observa desde lo alto el panorama de la deliciosa poza de agua que te espera.
Al llegar hasta abajo deja que tu cable se deslice hasta el final y ¡tírate al agua!
Es un deporte extremo y seguro. Ante cualquier percance los guías están siempre listos para echarte la mano. Anímate, disfruta del turismo de aventura en tierras cuscatlecas y seguramente no te arrepentirás.